Conocimiento por hábitat
   

 

La razón más poderosa de reducción de la diversidad biológica mundial, de la extinción de poblaciones y de la desaparición de especies es la destrucción y modificación de los hábitats. Los hongos no son una excepción. A escala mundial se plantea que la conservación de los hongos debe ir fundamentalmente por la vía de la conservación de los hábitats y la regulación de la polución.  Esta última es importante ya que hay grupos de hongos (por ej. líquenes) que son especialmente susceptibles a varios tipos de contaminación ambiental.

 

Los riesgos asociados con la pérdida de los hábitats son fácilmente considerados cuando se trata de especies particulares, pero la pérdida de la biodiversidad no debe ser minimizada al solo cuidado de las especies aisladas.  Es de suma importancia recordar que la pérdida de los hábitats  es en última instancia la causa del presente gran récord de extinciones.

 

Basándose en las Listas Rojas confeccionadas para la mayoría de los países europeos, Arnold & de Vries (1993) han considerado que algunos grupos ecológicos de hongos son más vulnerables que otros.  Tal es el caso de los hongos que habitan en la madera, los hongos de turberas, ciénagas y  bosques pantanosos; los de las dunas arenosas, los de pastizales pobres en nutrientes y los ectomicorrizógenos en bosques con suelos pobres en nutrientes.

 

El Estudio Nacional sobre la Diversidad Biológica en la República de Cuba (Vales et al., 1998) identifica tres categorías de amenazas a la Diversidad Biológica: generadas por factores externos, por acciones  directas y  por riesgos naturales.

 

1. Factores Externos: Provocados por políticas gubernamentales o acuerdos internacionales que han sido desarrollados para satisfacer necesidades socioeconómicas o políticas y en donde las consecuencias sobre la diversidad biológica no se tomaron en cuenta o fueron analizadas inadecuadamente. Las fuentes más importantes que inciden en la pérdida de la diversidad biológica cubana las encontramos en el Bloqueo Económico, en el Diseño y Aplicación de las Políticas de Desarrollo Económico y las Medidas de las Modificaciones  Económicas durante los años 90 en el periodo de restricciones, ha ocasionado al país pérdidas materiales, directas o no, valoradas en 41 000 millones USD  que han incidido negativamente en  el desarrollo socioeconómico y constituyen en la actualidad factores limitantes para el logro de las metas y objetivos del desarrollo sostenible, obligando al país a la toma  de decisiones rápidas ante necesidades urgentes de la población, (alimentación, combustibles, producciones varias y servicios, etc.) provocando en no pocos casos, amenazas e impactos sobre la diversidad biológica cubana al  obstaculizar o  impedir  el acceso a tecnologías "limpias", la ejecución de evaluaciones ambientales  previas y de seguimiento, etc.; incidiendo sensiblemente en el nivel y calidad de la vida del hombre cubano actual y futuro bajo las concepciones de sostenibilidad  ambiental.

2. Amenazas Directas:  Generadas por un amplio rango de actividades humanas sancionables, ilegales o como resultado del desconocimiento y que pueden estar reguladas por la política nacional y la legislación, o como consecuencia de los factores externos.  Referidas al marco geográfico en que actúen  pueden ser Local , Regional  y  Global.

 

Las principales amenazas directas a la biodiversidad en Cuba se exponen a continuación:

  • Turismo (Construcciones, actividades de los turistas, falso ecoturismo)

  • Minería (Áreas en conflicto con la conservación)

  • Construcciones civiles  (Desarrollo urbano)

  • Contaminación ambiental (Fertilizantes, control de vectores, desechos, mineralización del agua)

  • Agricultura (Deforestación, uso de métodos inadecuados)

  • Desconocimiento del valor económico de nuestra  biodiversidad. Pérdida por esta vía.

  • Pesca (Introducción de especies exóticas, sobreexplotación, destrucción de hábitats)

  • Caza, pesca y tala furtiva

Entre las causas fundamentales de la desaparición y modificación de los hábitats terrestres en nuestro país hemos identificado a las  diferentes  actividades relacionadas con el necesario, pero no siempre debidamente controlado desarrollo socioeconómico, aún más dinámico y acelerado en los últimos cinco años en que  han crecido las necesidades de búsqueda de soluciones a la economía nacional.  Una de las principales actividades que han llevado a la desaparición de los hábitats en nuestro país ha sido la agricultura, en  particular la agricultura cañera.  El desarrollo de ésta, y de la industria azucarera llevó a la casi desaparición de la cubierta boscosa del país.

 

En todos estos años de Revolución se han realizado grandes campañas de reforestación, pero los avances no están acordes con los esfuerzos realizados. También la industria maderera realizó grandes destrucciones en nuestros hábitats forestales, principalmente antes de 1959.  La minería a cielo abierto ocasiona grandes daños, especialmente en zonas donde existe una alta biodiversidad. Otras actividades que podemos mencionar que causan daños a nuestros hábitats son la industria turística y las construcciones civiles. Esta situación se presenta agravada en el resto de los países de Caribe.

Los problemas de contaminación son importantes  cuando se trata de la conservación. En Cuba, estos no presentan una situación  muy crítica. Las principales afectaciones son en los hábitats acuáticos (marinos o dulceacuícolas) por el vertimiento de residuales de la industrias azucarera, la alimenticia y la agricultura. En sentido general, estos problemas de contaminación se evalúan en los diferentes planes de desarrollo industrial y social, dada su acción de forma local de las diferentes  fuentes de emisión de residuales y de sustancias contaminantes.

 

También el medio marino de la plataforma ha sufrido las consecuencias de muchas de las actividades encaminadas al desarrollo económico del país:  el represamiento de los ríos disminuyó la afluencia de agua dulce y nutrientes a las zonas costeras, provocando incrementos en la salinidad y disminución de la productividad biológica.  El desarrollo industrial y agrícola  incrementó substancialmente el aporte de contaminantes al medio acuático (herbicidas, pesticidas, hidrocarburos, metales pesados, sustancias orgánicas y sólidos biodegradables o no, etc.), afectando los ecosistemas costeros, las áreas de cría y de alimentación de especies de peces comerciales

 

En lo que respecta a la contaminación de las aguas, se manifiestan  efectos negativos en algunos de los recursos hídricos, dado fundamentalmente por el vertimiento de residuales líquidos con inadecuado tratamiento, provenientes en su gran mayoría de las industrias, destacándose de forma considerable la azucarera y la alimentaria.

 

3. Riesgos Naturales: Generadas por fenómenos naturales de inevitables consecuencias y que potencialmente son muy destructivos.  El hombre actúa como catalizador de su manifestación.

 

Los hongos colonizan los más variados substratos en la naturaleza, constituyendo hábitats que en muchos casos son particulares de determinados grupos taxonómicos y que forman grupos ecológicos a veces bien definidos.

 

Estos hábitats pueden ser los siguientes:

a) Hongos sobre animales (invertebrados y vertebrados, incluyendo al hombre)

b) Hongos sobre substratos hechos por el hombre (biodegradadores, biodeterioradores)

c) Hongos sobre substratos naturales (aéreos, sobre agua dulce, marinos, sobre rocas, suelo)

d) Hongos sobre plantas (saprobios, parásitos, micorrízicos, simbiontes)

e) Hongos sobre otros hongos (sobre líquenes, basidiomicetes, etc.)

 

Cuba como país tropical e insular posee una gran diversidad de hábitats a lo largo y ancho de su territorio, aunque en muchos casos, el conocimiento que se tiene de la micobiota que coloniza estos substratos es aun incipiente e inadecuado. A continuación se ofrece una información preliminar para cada hábitat, haciendo énfasis en el número actual de especies conocidas para el país, el estado de conocimiento de los diferentes grupos ecológicos, y qué grupos específicamente necesitan mayor investigación, la existencia de colecciones in vivo e in vitro y los casos en que el hábitat puede estar amenazado. El conocimiento de estos datos es de gran valor, para saber en qué grupos y en qué aspectos se debe profundizar más en estudios futuros y para poder trazar, eficazmente, una estrategia de conservación adecuada de estos hongos.

 


HONGOS SOBRE ANIMALES

 

Hongos sobre invertebrados

 

Las enfermedades fúngicas de los insectos son comunes y están ampliamente  distribuidas, a veces son lo suficientemente severas como para eliminar casi una población de insectos en un hábitat dado. Tales epizootias son generalmente atribuibles a una conjunción de circunstancias que favorecen la enfermedad. Entre éstas son importantes un ambiente húmedo y una densa población de insectos.

 

Se reconocen dos formas de parasitismo: ectoparasitismo y endoparasitismo. En el primer caso el talo, en un gran grupo de hongos que parasitan insectos es principalmente superficial. La penetración en el cuerpo del hospedero se realiza a través de haustorios.

 

En el caso del endoparasitismo el micelio de muchos hongos vive dentro del hospedero. Comúnmente tales hongos endoparasíticos matan al hospedero dentro de la primera o segunda semana después de la infección. Aunque algunas especies no se han podido cultivar artificialmente, la mayoría de ellos crecen bien en cultivos en el laboratorio. La infección se inicia por los conidios, aunque se ha visto que las hifas pueden pasar de un insecto infectado  a uno sano. La penetración del tegumento por los tubos germinativos ha sido observada en numerosos casos.

 

Los hongos depredadores de otros invertebrados forman un grupo taxonómicamente mezclado, aunque ecológicamente natural. La mayoría de ellos pertenecen a Zoopagales o a la clase Hyphomycetes (hongos anamórficos o anamórficos )y sus principales víctimas son protozoos, especialmente amebas del suelo y nemátodos. También se han descrito hongos depredadores de rotíferos, todos ellos capturan sus presas vivas y se alimentan de sus cuerpos mientras están moribundas o después que han muerto.

 

Al lado de los hongos verdaderamente depredadores existen muchas especies que son parásitos internos. Sus hospederos son también casi siempre protozoos o nemátodos, y los hongos pertenecen prin­cipalmente a Zoopagales y a los hongos anamórficos. Sin embargo los hongos anamórficos, a diferencia de los Zoopagales,  no muestran dificultad en vivir sin sus nemátodos hospederos, por lo que deben ser considerados como depredadores facultativos.

 

En Cuba los estudios sobre hongos que parasitan o habitan sobre invertebrados en la naturaleza se remontan al siglo XVIII cuando Torrubia, un naturalista eclesiástico, reportó la presencia de avispas muertas en Cuba en 1794 y describió la enfermedad de los insectos (Samson et al., 1988).

 

Posteriormente, ya a mediados del siglo pasado Poey (1856) se refirió a la confusión creada entre los campesinos alrededor del hongo, la avispa y la jía  (arbustos utilizados por estos insectos para colgar sus nidos). Poey explica el ciclo biológico de la avispa, como a principios de la primavera la hembra fecundada comienza la construcción del nido el cual es colgado de un arbusto o roca a cierta altura y como después de depositados los huevos van desarrollándose el grupo de avispas. A finales de otoño este grupo se dispersa y algunas de las avispas infectadas por el hongo van a morir cerca de o entre las raíces de estos arbustos, razón por la cual los campesinos creían que la jía nace de la avispa.

 

Johnston (1917) describió brevemente al hongo Cordyceps specophila y reportó a Polistes lineatus (= P. cubensis) como el insecto hospedero. Zayas (1940), en un trabajo divulgativo, aborda de nuevo el tema de las creencias erróneas de los campesinos y describe como las avispas son infectadas por el hongo.

 

Entre las décadas de los años 70 y 80 hubo un incremento de los trabajos relacionados con los hongos entomopatógenos y sus potencialidades en la lucha biológica. Como ejemplos  pueden citarse los de Fassiatiova et al. (1978), Montes (1978), Montes & Broche (1978), Alayo & Blahutiak (1982), Alayo & Mercado-Sierra (1885), Mercado-Sierra & Alayo (1986) y Mercado-Sierra et al. (1988) donde se registran especies de Acremonium,  Aschersonia, Aspergillus, Beauveria, Cordyceps, Metarhizium, Hirsutella y Verticillium, además de describirse en el último trabajo una nueva especie de Clathroconium sobre un opilión colectado en una cueva en la provincia de Sancti Spíritus.

 

La información que existe sobre hongos que parasitan otros invertebrados es escasa y solo se pueden resaltar los trabajos de Sparrow (1952a, 1952b, 1952c) sobre "Phycomycetes" acuáticos y terrestres de Cuba. Este autor reportó especies de grupos como los Blastocladiales que son parásitos de mosquitos, Chytridiales patógenos de algas y microfauna acuática y Zoopagales parásitos de nemátodos, amebas, y otros pequeños animales terrestres.

 

Como se ha mencionado con anterioridad, los hongos juegan un papel relevante en la lucha biológica por su capacidad de actuar como patógenos de insectos y otros animales que constituyen plagas de numerosos cultivos agrícolas, mientras algunos son hiperparásitos de otros microorganismos que originan diversas enfermedades o actúan como antagonistas.

Por la gran importancia que tienen en la actualidad la lucha biológica en Cuba, se viene desarrollando un programa de producción de biopesticidas en el que intervienen varias instituciones del país como el Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal (INISAV), Instituto de Investigaciones Fundamentales de la Agricultura Tropical (INIFAT), Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (CENSA), Instituto de Investigaciones de Cítricos y Frutales (IICF), Instituto Cubano de Investigaciones de Derivados de la Caña de Azúcar (ICIDCA) y el Instituto de Ecología y Sistemática (IES), etc. Entre las líneas de investigación que se vienen desarrollando podemos mencionar: uso de bacterias y hongos antagonistas para el control de fitopatógenos de importancia agrícola, reproducción de virus, bacterias y hongos entomopatógenos, evaluación del efecto de las toxinas de entomopatógenos y antagonistas, uso de microorganismos contra malezas de cultivos agrícolas y el mejoramiento de cepas de microorganismos que se usan en la lucha biológica.

 

Las especies que se relacionan a continuación son las que se emplean mas frecuentemente en la lucha biológica en Cuba: Beauveria bassiana, Metarhizium anisopliae,Trichoderma harzianum y Verticillium lecanii.

 

En general se puede considerar que los hongos sobre invertebrados están insuficientemente estudiados, con la excepción de los que se desarrollan sobre insectos que están relativamente mejor estudiados.

 

 

Hongos sobre el hombre

Se conocen actualmente alrededor de 300 especies de hongos capaces de causar enfermedades infecciosas en el hombre y menos de una docena que producen enfermedades mortales en individuos sanos (de Hoog & Guarro, 1995). De estos, sólo unos pocos hongos se pueden transmitir de hombre a hombre, o de animal a hombre e iniciar epidemias. Los diferentes tipos de micosis generalmente se clasifican en: superficiales, cutáneas, subcutáneas y sistémicas.

 

Sin embargo, ciertas especies de hongos saprobióticos muy difundidas en la naturaleza pueden producir  infecciones en pacientes debilitados o afectados por ciertas enfermedades graves, tales como diabetes, tumores malignos y de los tejidos linfáticos y SIDA. A este grupo de hongos se les conoce como oportunistas.

 

Por otra parte, se conocen unas 60 micotóxinas que son producidas por más de 150 especies de hongos. En la actualidad se conocen sus efectos carcinogénicos, mutagénicos, teratogénicos y alérgicos. Aunque hay que señalar que las esporas y estructuras de otras muchas especies de hongos también producen variados efectos alérgicos en el ser humano.

 

Los grupos taxonómicos más comunes productores de micosis o de micotóxinas pertenecen a hongos anamórficos, ascomicetes y zigomicetes.

 

Según Fernández (com. per.), el primer trabajo que aborda un tema de micología médica en Cuba lo publica Sordo Cuervo en 1911. Posteriormente en la década de los años 30 y 40 se publican varios trabajos sobre todo acerca de las tiñas y cromoblastomicosis. También en la primera mitad del siglo XX hay que resaltar el artículo de Fuentes (1956) donde se describe por primera vez en nuestro país el aislamiento y descripción en cultivo de la especie Microsporum nanum, productora de dermatomicosis en humanos.

 

Posteriormente con el desarrollo de la medicina en nuestro país esta temática cobró un mayor auge y se abordaron diversos aspectos de la micología médica en instituciones como hospitales, facultades universitarias y centros de investigación, destacándose la actividad del Dr. Francisco Vidal como profesor de la Escuela de Medicina (entonces perteneciente a la U.H.) y asesorando la docencia de otras carreras afines como la de Farmacia (Herrera, com. pers.). Durante todos estos años se han realizados numerosos trabajos sobre hongos causantes de diferentes patologías como: dermatomicosis (Macola & Font, 1975; Valencia & Aldama, 1975; Fernández, 1984; López & Fernández, 1983; López et al., 1985, 1986 ; Decalo et al., 1991; Suárez et al., 1996; Fernández & Gutiérrez, 1996), cromomicosis (Manzur et al., 1979; Macola et al., 1984; Moya et al., 1989;  Manzur et al., 1996), histoplasmosis (Pila et al., 1980; Fernández & Martínez, 1994; Fernández & López, 1984; Fernández, 1988; Font et al., 1985; Fernández & López, 1986; Fernández et al., 1987; Cruz, 1996; Fernández et al., 1992), criptococosis (Álvarez et al., 1992), candidiasis pulmonar (Penichet, 1972) y aspergilosis pulmonar (Ramírez & Alvarado, 1996; Fernández et al., 1995). Otras líneas que recientemente se vienen abordando son las micosis por riesgo ocupacional (Fernández, 1996) y la ocurrencia de micotoxinas en alimentos (Jiménez & Sánchez, 1996).

 

En la actualidad también cobra mucha importancia los hongos oportunistas sobre todo aquellos que producen micosis en pacientes infectados por V.I.H. (Fernández et al., 1996; Martínez et al., 1997; Alava et al., 1996; Ilnait et al., 1996; Perurena et al., 1996; Corral et al., 1996; Flores et al., 1996)

 

A partir de la revisión de la literatura y de la base de datos de la Colección de Cultivos del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) se determinó que en Cuba las especies incidentes sobre el hombre (micóticas y micotóxicas) son alrededor de 88, las cuales están incluidas en 44 géneros (Anexo 1).

 

Muchos de estos hongos se cultivan in vitro en diferentes hospitales e instituciones médicas del país como el IPK, otros patógenos humanos son muy difíciles de cultivar in medios de cultivos. Muchos de ellos se encuentran en la naturaleza como saprobios, en el aire, suelo, cuevas, estiércol, plantas, maderas, etc. y  por lo general abundan más en regiones tropicales. Dado el desarrollo de la medicina en Cuba, estos grupos están relativamente bien investigados, pero aún se puede profundizar y extender los estudios acerca de las micosis asociadas a las condiciones laborales o ambientales y de las micotoxicosis, así como intensificar las investigaciones vinculadas a la detección y rápido control de las micosis oportunistas en diferentes grupos de riesgo.

 

Hongos sobre otros vertebrados

Los hongos de este grupo ecológico reportados en nuestro país son casi todos patógenos. En la Tabla 12 se relacionan alrededor de 20 especies que se han encontrado en diferentes vertebrados domesticados o en cautiverios. La mayoría de estos datos fueron aportados por Campos (com. pers.) excepto los de Microsporum canis, M. gypseum y Trichophyton mentagrophytes en perros (López et al., 1985), T. mentagrophytes en ratones atímicos (Fernández et al., 1992) e Histoplasma capsulatum en murciélagos (Fernández, 1988). Además, Fernández (com. pers.) señala que T. mentagrophytes se ha hallado en jutía conga en cautiverio y Cryptococcus neoformans en cheeta, aunque estos resultados son inéditos.

 

Algunos mamíferos han sido estudiados, pero en general, tanto estos como las aves, reptiles, anfibios y peces necesitan una adecuada investigación.

 

Tabla 12. Especies de hongos patógenos más frecuentes sobre vertebrados en Cuba

 

ESPECIES

 ANIMALES

Aspergillus fumigatus

Aves

Basidiobolus sp.

Anfibios, reptiles

Candida albicans

Mamíferos, aves

Candida spp.

Aves, mamíferos (delfines, primates)

Cryptococcus neoformans

Aves, mamíferos (primates, felinos)

Cryptococcus sp.

Mamíferos (felinos)

Geotrichum candidum

Mamíferos

Histoplasma capsulatum

Mamíferos (murciélagos)

Microsporium canis

Mamíferos (felinos, perros)

Microsporium gypseum

Mamíferos (primates, perros)

Microsporium gallinae

Aves (gallos)

Rodotorula sp.

Mamíferos (bovinos)

Saprolegnia sp.

Peces dulceacuícolas

Trichophyton mentagrophytes

Mamíferos (primates, perros, jutía conga y ratones atímicos)

Trichophyton verrucosum

Mamíferos (bovinos)

 

Este tipo de hábitat está prácticamente sin investigar, sobre todo en vertebrados que no se encuentran en cautiverio o domesticados. Las colecciones de los hongos que se mencionan se conservan mayormente in vitro en el Parque Zoológico de la Habana y en otras instituciones cubanas.

 

 


HONGOS SOBRE MATERIALES PRODUCIDOS POR EL HOMBRE

 

En  este  grupo  ecológico se incluyen  los  hongos  que  degradan diferentes  sustancias como grasas, celulosa, lignina,  etc.,  así como  los  que  causan  deterioro  al  papel,  libros,  plásticos, textiles, maderas en construcción y materias primas entre otros.

 

En Cuba, las investigaciones en esta línea de trabajo se inician a principios de la década de los años 80 y desde entonces se han llevado a cabo algunos trabajos de distinta índole sobre diferentes hongos de este heterogéneo grupo ecológico. Merecen citarse las investigaciones sobre biodegradación de grasas (Centro de Investigaciones Químicas), degradación de la celulosa (Facultad de Biología de la Universidad de La Habana (U.H.), biodeterioración atmosférica (DAAFAR), biodeterioración de techos de madera, de monumentos (Arquitectura y Urbanismo), contaminación en microfichas (Instituto de Historia de Cuba), biodeterioración en vitrinas del Museo Antropológico (cráneos y huesos ), de libros y  revistas  en  la  Biblioteca  Central  de la Universidad de La Habana, de depósitos y documentos del Archivo Nacional de Cuba (Facultad de Biología, U.H.), corrosión de plásticos, textiles y vidrio (Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CENIC).

 

Se pueden resaltar los muestreos ambientales y aislamientos de hongos que se han realizado en salas de exposición, archivos, piezas de museos y obras pictóricas (Gómez & Montes de Oca, 1992; Martínez et al., 1992a; Martínez et al., 1992b; Vaillant et al., 1992; Rojas et al., 1996; Casadesús et al., 1996) y en los adoquines de la calle Tacón de la Habana Vieja (Bueno et al., 1996) en los que se constató una alta frecuencia de especies de los géneros Aspergillus, Penicillium, Rhizopus, Paecilomyces y Cladosporium, resultados que servirán de base para estudios posteriores incluidos en los planes de conservación del patrimonio nacional.

 

Se han reportado en dichos trabajos unas 60 especies de hongos, muchas de ellas coinciden con especies muy comunes y plurívoras que también pueden encontrarse como hongos del aire o ambientales. Merecen citarse como ejemplo especies tales como:

 

Alternaria alternata (deterioración de textiles)

Aspergillus nidulans (contaminación en microfichas, textiles)

Cladosporium resinae (combustibles de aviación)

Coriolopsis fulvocinerea (deterioración de madera-xilófago)

Curvularia verruculosa (deterioración de textiles)

Gloeophylum streiatum (deterioración de madera-xilófago)

Mucor sylvatico (deterioración de papel-celulolítico)

Pycnoporus sanguineus (deterioración de madera-xilófago)

Schizophyllum commune (deterioración de madera-xilófago)

Stachybotrys kampalensis (deterioración de textiles)

 

Este grupo ecológico está inadecuadamente estudiado. Las cepas aisladas se encuentran cultivadas in vitro en algunas de las instituciones antes mencionadas, en particular en la Facultad  de Biología de la Universidad de La Habana y en el CENIC.

 


HONGOS SOBRE SUBSTRATOS NATURALES

 

Hongos del aire

 

Entre  los  substratos naturales que  má s  frecuentemente  habitan diferentes especies de hongos se encuentra el aire. En Cuba se han realizado  algunas  investigaciones  e  inventarios  parciales  de hongos sobre este tipo de hábitat. Ellas han tenido como objetivos principalmente el conocimiento de los microorganismos  ambientales que  pueden  afectar al hombre o a animales, como son  los  hongos alergénicos (Fabré et al., 1996; Castañeda-Ruíz et al., 1996a). También son de interés en este tipo de substrato, los hongos que se han encontrado sobre el polen y sobre diferentes objetos, actuando algunos de ellos, en este último caso, también como biodeterioradores.

 

Se han registrado en diferentes trabajos publicados y/o listados de diferentes instituciones un aproximado de 50 especies. Entre las más interesantes por su frecuencia o por su rareza mencionaremos las siguientes:

 

Arxiella terrestris

Aspergillus niger

Botryotrichum peruvianum

Cladosporium cladosporioides

Cladosporium oxysporum

Curvularia lunata

Curvularia pallescens

Curvularia tuberculata

Curvularia verrucosa

Dactylaria kumanotoensis

Dwalomyces taiwanensis

Fusarium oxysporum

Hansfordia pulvinata

Mucor mucedo

Penicillium sp.

Trichoderma viride

Tritirachium oryzae

Zeloasperisporium hyphopodioides

 

Aunque se posee ya cierta información, este grupo ecológico está insuficientemente estudiado, sobre todo en diferentes zonas del interior del país. Existen algunas colecciones de estos hongos que se encuentran in vitro en instituciones como la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana, el INIFAT, el Centro de Apicultura del MINAGRI, así como en diferentes centros hospitalarios del  país. La mayor amenaza que tienen estos microorganismos es debido a la contaminación ambiental, fundamentalmente en los grandes centros urbanos.

 

Hongos acuáticos

Un cierto número de hongos principalmente aquellos que estan incluidos en las divisiones Chytrydiomycota, Hyphochytrydiomycota, Oomycota y Plamodiophoromycota viven permanentemente en el agua o necesitan de ésta en algún estadío de su ciclo de vida. Algunos hongos anamórficos presentan conidios estaurospóricos o helicoidales que le permiten flotar por largo tiempo en el agua o son capaces de colonizar substratos flotantes como madera, hojas, frutos, corcho, algas, residuos, etc.

 

Según Webster & Descals (1981), en ambientes acuáticos se puede distinguir dos grupos de hongos conidiales: los hongos "ingoldianos" y los aeroacuáticos. Los hongos "ingoldianos" abundante en lagos bien aireados, creciendo sobre hojas y tallitos, forman sus conidios en el agua, siendo rápidamente dispersados por este medio. Los hongos aeroacuáticos se encuentran generalmente en charcos, ríos y arroyos de poca corriente,  son capaces de crecimiento vegetativo sobre hojas y maderas sumergidas esporulando sólo cuando el sustrato está expuesto al aire, las esporas que se forman pueden ser dispersadas por el agua cuando el substrato queda sumergido nuevamente.

 

En Cuba se han realizado pocas investigaciones sobre hongos en este hábitat pudiendo citarse los trabajos de Sparrow (1952a, 1952b, 1952c) sobre especies de "Phycomycetes" acuáticas y terrestres, con el reporte de 52 especies de Chytridiales, Blastocladiales, Saprolegniales, Lagenidales, Peronosporales y Zoopagales y el de Marvanová & Marvan (1969) sobre hifomicetes acuáticos colectados en la espuma que se forma, principalmente, en los saltos de agua dulce.

 

Se puede considerar que este grupo está prácticamente sin estudiar.

 

Hongos marinos

Los hongos marinos están ampliamente distribuidos ya que raramente muestran preferencia por una fuente nutricional en particular y además los substratos sobre los cuales ellos pueden crecer están ampliamente distribuidos. Saprobios no específicos de las maderas a la deriva y otras materias orgánicas flotantes, tienen una distribución variable y algunos parecen ser cosmopo­litas. Sin embargo, aquellos que se encuentran en las maderas sumergidas y en la materia muerta de origen animal y vegetal están geográficamente más limitados.

 

En Cuba, la mayoría de las investigaciones realizadas sobre microorganismos marinos tratan sobre cuantificación de diversos grupos fisiológicos, y en menor proporción, sobre sistemática.

 

En las aguas y sedimentos de la plataforma insular de Cuba está representada una amplia diversidad microbiana, así como formando parte de la microbiota asociada a los organismos marinos. En el ambiente marino el endemismo local es muy raro debido a la continuidad e interrelaciones del medio acuático, no obstante sí resulta importante el conocimiento sobre las especies amenazadas, especies clave en el ecosistema y de importancia económica.

 

En este hábitat solamente se han reportado 43 especies de hongos (Anexo 2), por lo que se puede concluir que está prácticamente sin investigar y que todos los grupos necesitan de estudio. Los hongos relacionados se encuentran depositados en el Instituto de Oceanología (CITMA).

 

 

Hongos que crecen sobre rocas.

Los líquenes que se encuentran sobre rocas, colonizan macro y micro hábitats selectivos y están localizados en toda Cuba. Particularmente se han efectuado colectas en zonas montañosas y con predominio de bosques naturales en las provincias de Pinar del Río, La Habana, Sancti Spíritus, Holguín, Santiago de Cuba, y en el Municipio Especial Isla de la Juventud.

 

En el Anexo 3 se relacionan las 65 especies hasta ahora reportadas para Cuba y las localidades donde fueron colectadas. Las colecciones existentes se hallan principalmente en el Herbario de Hongos del IES. Las amenazas potenciales son semejantes a las que imperan en todos los ecosistemas naturales del país.

 

El grupo puede considerarse  insuficientemente estudiado. Debe ser más ampliamente colectado en diferentes localidades de todo el país.

 

Hongos sobre el suelo

Los hongos pueden ser hallados en suelos que difieren ampliamente en su textura, composición química, humedad y pH, en diversas áreas geográficas, en suelos rasos o en suelos con vegetación natural o cultivados por el hombre.

 

Para algunas especies el suelo puede ser sólo un reservorio  donde ellas pueden sobrevivir protegidas de la desecación hasta que sean dispersadas  por  los animales, las plantas en  crecimiento  y  el viento,  hasta  substratos  favorables. Sin  embargo, para otras especies, el suelo puede ofrecerles verdaderos nichos  ecológicos. Aunque encontradas en un número menor comparado con otros microorganismos del suelo, las especies fúngicas son  capaces de formar poblaciones en un ambiente altamente competitivo y por lo general su biomasa es mayor que la del resto de los microorganismos.

 

La  presencia  de los hongos en el suelo esta casi  completamente limitada a los primeros 20 cm. El suelo representa un  hábitat muy populoso, donde los organismos están afectados por un  número  de factores estrechamente interrelacionados. Una fuerte competencia por el alimento, interacciones  biológicas entre organismos antagónicos, la vegetación de la superficie, propiedades fisicoquímicas y el microclima del suelo van a influir en la distribución de estos hongos, aunque su efecto es más bien local.

 

Los hongos son capaces de utilizar una variedad de substratos orgánicos, ya sea lignina, celulosa, quitina o polisacáridos que se encuentran en las capas superiores del suelo. Estos organismos juegan un papel muy importante en los procesos de descomposición en el suelo y muy particularmente en la formación de estos.

 

Los grupos de hongos más frecuentes en el suelo son los hongos anamórficos junto a representantes de otros grupos como los Mucorales, Ascomycota, Chytridiomycota y Oomycota, la mayoría son saprobios, aunque algunos son parásitos o parásitos facultativos de las raíces de las plantas.

 

La  mayoría de los hongos del suelo son cosmopolitas, por lo que tienen una distribución  amplia. Algunos  géneros  que  han  sido hallados en Cuba son:

Acremonium

Alternaria

Arthrinium

Aspergillus

Chaetomium

Cladosporium

Corticium

Curvularia

Epicoccum

Mucor

Nigrospora

Paecilomyces

Penicillium

Pithomyces

Pythium

Phytopthora

Rhizoctonia

Sclerotium

Torula

Trichoderma

Verticillium

Zygosporium

 

 

 

Sobre este aspecto, también existen algunos trabajos sobre aislamientos de dermatofitos y otros hongos queratinofílicos en suelos cubanos (Fuentes et al., 1955; Dvorak et al., 1965; Otecenásek et al., 1985; Fernández et al., 1987).

 

Además  se  han estudiado algunos hongos  termófilos  del  suelo, entre ellos están los siguientes:

Aspergillus fumigatus

Chaetomium termophile

Humicola grisea var. thermoidea

Malbranchea thermophila var. sulfurea

Mucor sp.

Sporotrichum thermophile

 

En  general, este grupo ecológico esta insuficientemente estudiado en Cuba. Los principales estudios y colecciones in vitro se encuentran en el Instituto de Suelos y el INIFAT, ambos pertenecientes  al  MINAGRI, y en la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana. Las amenazas  de  este  hábitat  son bastante similares a las que tienen otros ecosistemas del país.

 

Hongos en cuevas.

En el mundo no son muy abundantes los estudios de los hongos que habitan en cuevas y se considera que no existen hongos peculiares en este tipo de hábitat.

 

En nuestro país los estudios de hongos en cuevas se han limitado a las investigaciones sobre Histoplasma capsulatum (Font et al., 1975; Fernández & Martínez, 1992, 1996) y de hongos productores de dermatomicosis que se encuentran desarrollándose sobre excrementos de murciélago (Fernández, com. pers.). También hay algunos trabajos de la Sociedad Espeleológica de Cuba donde se reportan aislamientos de Alternaria, Aspergillus, Cladosporium, Chrysosporium, Curvularia, Fusarium, Mucor y Penicillium, entre otros.

 

Por esta razón consideramos que en Cuba este hábitat está prácticamente sin estudiar.

 

Hongos coprófilos.

El excremento de los animales, incluido el del hombre es colonizado por representantes de casi todos los grupos de hongos, de los cuales una cierta cantidad es estrictamente coprófila. Los grupos más representativos son los Acrasiales, Coprinaceae y algunos otros grupos de Basidiomycota, Mucorales, Myxomycota, Pezizales, Sordariales y los hongos anamórficos.

 

En las bases de datos del proyecto se encontraron pocos registros de hongos sobre estiércol, la mayoría pertenecientes a diferentes familias de Basidiomycota. Los géneros de hongos coprófilos se relacionan a continuación:

 

Agrocybe (Bolbitiaceae)

Copelandia (Coprinaceae)

Coprinus (Coprinaceae)

Cyathus (Nidulariaceae)

Leucocoprinus (Agaricaceae)

Lysurus Clathraceae)

Panaeolus (Strophariaceae)

Phaeomarasmius (Cortinariaceae)

Psilocybe (Strophariaceae)

 

Aunque quizás no sean exactamente coprófilos, al menos nunca se ha usado este término para referirse a ellos, Cryptococcus neoformans ha sido aislado en excretas de palomas e Histoplasma capsulatum en gallineros domésticos (tierra con excretas de gallinas) y en lugares donde se acumulan excretas de murciélago, pero no necesariamente en cuevas (Fernández & Martínez, 1996). En todos estos casos se considera que estas excretas proporcionan determinados nutrientes al suelo que favorecen el crecimiento de estos dos importantes patógenos.

 

Las principales colecciones donde se conservan estos hongos son en el herbario del Instituto de Ecología y Sistemática y el cepario del Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”. Se considera que este grupo está  prácticamente sin estudiar.

 


HONGOS SOBRE PLANTAS

Las plantas son el principal substrato sobre el que se desarrollan los hongos, un gran número de estos organismos viven asociados a ellas como saprobios, simbiontes o parásitos.

 

El conocimiento de la diversidad fúngica en las plantas resulta muy importante para el hombre y es utilizado como indicador para conocer el estado de conservación de los bosques. Por otra parte, las alteraciones de los hábitats naturales y la desaparición de especies vegetales pudieran dar lugar a la pérdida de especies fúngicas asociadas.

 

Según Cejas (1998), el número de especies de plantas superiores conocidas para el archipiélago cubano es de aproximadamente 6 500. Sin embargo, solamente se encontraron un total de 1 282 plantas antófitas con al menos un hongo asociado, lo que muestra el relativo bajo nivel de conocimiento que existe de la relación planta-hongo en el archipiélago cubano (alrededor del 20 %). El factor que pudiera incidir de manera más directa en este aparente bajo porcentaje, es que las colectas del material fúngico no están siempre acompañadas de la identificación de las plantas hospederas. Aproximadamente en la mitad (50.3 %) de estas especies se reporta la presencia de un ejemplar fúngico y en contraste sólo tres especies de plantas (0.2 %) aparecen asociadas a un número mayor de 100 especies de hongos (Tabla 13).

 

Tabla 13. Proporción cuantitativa entre número de especies de plantas y especies fúngicas asociadas.

 

No. de especies de Hongos

No. de especies de Plantas

% de especies de plantas en relación con el total

1

645

50,3

2-15

570

44,5

16-30

42

3,3

31-60

19

1,5

61-100

2

0,1

>100

3

0,2

 

El conocimiento más completo de la diversidad fúngica sobre organismos vegetales radica en plantas que no son endémicas y que no poseen ningún tipo de categoría de amenaza, como por ejemplo: Roystonea regia (265 esp.), Nectandra coriaceae (110 esp.), Saccharum officinarum (108 esp.), Syzygium jambos (86 esp.) y Manguifera indica (77 esp.).

 

Las especies más frecuentes están agrupadas en los hongos anamórficos, específicamente en la clase Hyphomycetes y en las familias Coriolaceae, Meliolaceae, Hymenochaetaceae y Lentinaceae, que históricamente, son los grupos que en nuestro país han recibido una mayor atención por parte de especialistas, existiendo desconocimiento de la presencia o ausencia de otros grupos por no contar con taxónomos dedicados a ellos.

 

Hongos sobre plantas endémicas.

Los últimos estudios sobre endemismos en la flora cubana (Borhidi, 1991, 1996) reportan que el 51,3 % de las plantas vasculares son endémicas, de las cuales se encontró que el 5,3 %  (187 sp.) son hospederas de hongos.

 

El grupo de hongos con mayor número de especies sobre plantas endémicas es Hyphomycetes  con 90, en el que se destacan los géneros: Sporidesmium y Trichopeltulum, así como las especies: Ciferrioxphiumn chaetomorphum y Capnodendron trichomericola. También la familia Coriolaceae es muy abundante sobre fitóforos (con 52 especies), los géneros de mayor frecuencia son: Fomes, Trametes y Fomitopsis y las especie Fomes fasciatus, Trametes villosa y  Pycnoporus sanguineus.

Se reporta sobre Acrosynanthus trachyphyllus la presencia de 23 especies fúngicas sólo para la provincia de Holguín, a pesar de que esta especie tiene una distribución mucho más amplia en el territorio cubano. Un fenómeno similar ocurre con Ampelocera cubensis sobre la cual están presentes 35 especies en sólo dos provincias. Esta última, junto con Oxandra lanceolata que presenta 41 especies y que es la planta mejor representada por el elevado número de provincias político-administrativa donde se encuentra, son los endemismos que más hongos relacionados poseen (Tabla 14).

 

Tabla 14. Especies de plantas endémicas con más de nueve especies fúngicas asociadas y su distribución por provincias.

 

Plantas

Grupo taxonómico fúngico asociado

(No. de esp.)

Distribución por provincia

 (Frecuencia)

Acrosynanthus trachyphyllus

Hyphomycetes (15)

Euantennuariaceae (4)

Seuratiaceae (2)

Capnodiaceae (1)

Coccodiniaceae (1)

Holguín (23)

Ampelocera cubensis

Coriolaceae (15)

Hymenochaetaceae (10)

Stereaceae (3)

Hyphomycetes (2)

Calosphaeriaceae (2)

Auriculariaceae (1)

Ganodermataceae (1)

Polyporaceae (1)

Sancti Spíritus (33) y Granma (2)

Bucida palustris

Hyphomycetes (16)

Ciudad de La Habana (4), Holguín (4), La Habana (3), Matanzas (3), Pinar del Río (1) y Santiago de Cuba (1)

Calyptrogyne dulcis

Hyphomycetes (25)

Santiago de Cuba (20), Sancti Spíritus (3) y Ciudad de La Habana (2)

Hibiscus elatus

Hyphomycetes (21)

Lentinaceae (5)

Coriolaceae (4)

Polyporaceae (3)

Meliolaceae (2)

Hymenochaetaceae (1)

Roccellaceae (1)

Mycosphaerellaceae (1)

Steccherinaceae (1)

Entolomataceae (1)

Xylariaceae (1)

Pinar del Río (16),  Ciudad de La Habana (14), Sancti Spíritus (3), Granma (2), Cuba (2), Camagüey  (1), Santiago de Cuba (1) e Isla de la Juventud (2)

Jacaranda arborea

Meliolaceae (5)

Seuratiaceae (2)

Hyphomycetes (1)

Coccodiniaceae (1)

Euantennariaceae (1)

Guantánamo (5), Holguín (3) y Santiago de Cuba (2)

Oxandra lanceolata

Coriolaceae (10)

Hyphomycetes (3)

Micropeltidaceae (3)

Ganodermataceae (1)

Auriculariaceae (1)

Nidulariaceae (1)

Meliolaceae (1)

Hymenochaetaceae (1)

Tricholomataceae (1)

Pinar del Río (9), Sancti Spíritus (6), Cienfuegos (4), Granma (2) y Camagüey (1)

Pinus cubensis

Coriolaceae (18)

Hyphomycetes (4)

Parmeliaceae (3)

Hymenochaetaceae (2)

Capnodiaceae (1)

Dacryomycetaceae (1)

Ganodermataceae (1)

Euantennariaceae (1)

Ramalinaceae (1)

Stemonitidaceae (1)

Stereaceae (1)

Holguín (19), Guantánamo (10), Ciudad de La Habana (4) y Pinar del Río (1)

Spondias mombin

Coriolaceae (5)

Hyphomycetes (3)

Hymenochaetaceae (3)

Ganodermataceae (2)

Calosphaeriaceae (1)

Granma (6), Guantánamo (3), Pinar del Río (2), Santiago de Cuba (1), La Habana (1) y Sancti Spíritus (1)

 

 

Se puede considerar que los hongos sobre plantas endémicas están insuficientemente estudiados.

 

Hongos sobre plantas amenazadas.

Se encontraron 52 plantas hospederas de hongos y líquenes que están contempladas como especies amenazadas según Borhidi & Muñiz (1983): 34 raras o extintas, 14 raras y 4 en peligro de extinción, que representan el 4,3 % del total de especies con alguna categoría de amenaza. Al seguir el criterio de IUCN (1989) se reducen a  47 especies: 40 vulnerables, 3 raras y 4 en peligro de extinción que corresponde al 3.9 % del total de plantas amenazadas presentes en Cuba.

 

Sobre plantas con alguna categoría de amenaza, el grupo de hongos hospedantes con mayor número de especies es Hyphomycetes con 70, sus géneros más frecuentes son: Sporidesmiopsis, Stachylidium y Xenosporium. Le sigue en orden descendente la familia Coriolaceae con 56 especies, donde se destacan  Rigidoporus lineatus, Fomes fasciatus y el género Fomitopsis, y la familia Hymenochaetaceae con 31 especies mayormente representada por los géneros Phellinus e Hymenochaete y las especies  Phellinus gilvus, Ph. badius, Ph. lindeus.

 

La planta Ampelocera cubensis fue reportada con presencia de 35 especies fúngicas sólo para las provincias Sancti Spíritus y Granma, Hibiscus elatus (41 especies) y Pinus cubensis (34 especies) presentan el mayor número de especies fúngicas asociadas, siendo Hibiscus elatus la mejor representada en el territorio nacional por aparecer registrada en 8 provincias político-administrativas, en correspondencia a su amplia distribución geográfica (Tabla 15).

 

Tabla 15. Plantas amenazadas con más de cinco especies de hongos asociadas, su distribución por provincias y frecuencia de los hongos, se citan según los criterios de Borhidi & Muñiz (1983) (A) y IUCN (1989) (B), (Categorías: E- extinta, R- rara, V- vulnerable).

 

 

Plantas

Categoría de amenaza         

   A        B

Grupo taxonómico fúngico asociado

(No. de esp.)

Distribución por provincias (Frecuencia)

 

Ampelocera cubensis

 

R

 

V

Coriolaceae (15)

Hymenochaetaceae (10)

Stereaceae (3)

Hyphomycetes (2)

Calosphaeriaceae (2)

Auriculariaceae (1)

Ganodermataceae (1)

Polyporaceae (1)

Sancti Spíritus (33) y Granma (2)

Bucida buceras

R o E

V

Hymenochaetaceae (8), Tricholomataceae (1)

Camagüey (4), Ciego de Avila (2), La Habana (1), Sancti Spíritus (1)  y Guantánamo (1)

Calyptrogyne dulcis

R o E

V

Hyphomycetes (24), Lasiosphaeriaceae (2)

Santiago de Cuba (21), Sancti Spíritus (3) y Ciudad de La Habana (2)

Carapa guianensis

R o E

V

Hymenochaetaceae (4)

Meliolaceae (2)

Hyphomycetes (1)

Coriolaceae (1)

Guantánamo (4) y Holguín (4)

 

Hibiscus elatus

 

R o E

 

V

Hyphomycetes (21)

Lentinaceae (5)

Coriolaceae (4)

Poliporaceae (3)

Meliolaceae (2)

Hymenochaetaceae (1)

Roccellaceae (1)

Mycosphaerellaceae (1)

Steccherinaceae (1)

Entolomataceae (1)

Xylariaceae (1)

Pinar del Río (16),  Ciudad de La Habana (14), Sancti Spíritus (3), Granma (2), Cuba (2), Camagüey (1), Santiago de Cuba (1) e Isla de la Juventud (2)

Hibiscus tiliaceus

R o E

V

Hyphomycetes (6)

Meliolaceae (2)

Pinar del Río (4), Ciudad de La Habana (2), Cuba (1) y La Habana (1)

Microcycas calocoma

R o E

V

Hyphomycetes (4)

Capnodiaceae (1)

Agaricaceae (1)

Mycosphaerellaceae (1)

Stemonitidaceae (1)

Cienfuegos (5) y Ciudad de La Habana (3)

 

Oxandra lanceolata

 

R o E

 

V

Coriolaceae (10)

Hyphomycetes (3)

Micropeltidaceae (3)

Ganodermataceae (1)

Auriculariaceae (1)

Nidulariaceae (1)

Meliolaceae (1)

Hymenochaetaceae (1)

Tricholomataceae (1)

Pinar del Río (9), Sancti Spíritus (6), Cienfuegos (4), Granma (2) y Camagüey (1)

Phyllostylon brasiliensis

R o E

V

Coriolaceae (2)

Tricholomataceae (1)

Poliporaceae (1)

Nidulariaceae (1)

Xylariaceae (1)

Sancti Spíritus (6)

 

Pinus cubensis

 

R o E

 

V

Coriolaceae (18)

Hyphomycetes (4)

Parmeliaceae (3)

Hymenochaetaceae (2)

Capnodiaceae (1)

Dacryomycetaceae (1)

Ganodermataceae (1)

Euantennariaceae (1)

Ramalinaceae (1)

Stemonitidaceae (1)

Stereaceae (1)

Holguín (19), Guantánamo (10), Ciudad de la Habana (4) y Pinar del Río (1)

 

Spondias mombin

 

R o E

 

V

Hyphomycetes (5)

Coriolaceae (4)

Valsaceae (2)

Hymenochaetaceae (2)

Ganodermataceae (2)

Calosphaeriaceae (1)

Granma (8), Pinar del Río (2), Guantánamo (2), Santiago de Cuba (1),  La Habana (1),  Sancti Spíritus (1) y Cuba (1)

Sweitenia mahagoni

R o E

V

Hymenochaetacea (3)

Ganodermatacea (2)

Coriolaceae (2)

Ciudad de La Habana (2), Camagüey (2), Granma (1), Guantánamo (1) y Isla de la Juventud (1)

 

De acuerdo a este estudio, se puede considerar que los hongos que habitan sobre especies de plantas endémicas y amenazadas están insuficientemente investigados.

 

Hongos saprobios

Muchos hongos utilizan como substrato fundamental para su desarrollo las partes muertas de las plantas y residuos vegetales. Muchas especies colonizan principalmente las hojas y se les denomina foliícolas, mientras otras prefieren la madera muerta o en descomposición y son llamadas lignícolas, aunque también existen especies que pueden colonizar indistintamente ambos tipos de substratos.

 

Los hongos foliícolas constituyen un grupo ecológico muy amplio. Entre éstos, se encuentran los que habitan mayormente sobre partes vivas de la hojas, y actúan sobre todo como parásitos, los que colonizan partes vivas de la hoja, pero sin producir daño visible a las mismas, los que son parásitos facultativos y los que son estrictamente saprobios y se encuentran casi siempre sobre hojas muertas o como parte de la hojarasca.

 

El término lignícola tiene una mayor o menor diversidad, que depende de la parte del substrato que habita el hongo. Estas especies toman su nutrimento de las partes de este vegetal que se encuentran en mayor o menor grado de descomposición, y actúan como biodegradadores; por lo tanto, casi todos son saprobias.

 

En Cuba y en otros países tropicales son muy abundantes las especies fúngicas de diferentes grupos taxonómicos que crecen sobre los raquis y grandes pecíolos de diferentes palmas en avanzado estado de descomposición. El substrato es, generalmente -duro, fibroso y con una amplia superficie- y las especies de hongos que se desarrollan aquí, es posible hallarlas, a veces, sobre hojas o sobre hábitat lignícola, aunque muchas conforman una micobiota autóctona sobre este substrato. 

 

Los hongos saprobios sobre plantas han sido trabajados en nuestro país con relativa amplitud,  en  lo que concierne a los hongos anamórficos (mayormente hifomicetes). También se han hecho estudios en grupos como los mixomicetes y en grupos de basidiomicetes y de ascomicetes.

 

En las bases de datos del proyecto Hongos del Caribe se posee información acerca de unos 1600 hongos saprobios. De esta cifra más del 60 % puede considerarse que viven en estrecha relación con partes vegetales.

 

Muchos géneros de hongos anamórficos como Corynespora, Cladosporium y Curvularia poseen   especies  que son saprobias, parásitos facultativos o parásitos de plantas. También entre los basidiomicetes géneros tales como Fomes, Phellinus, Polyporus y otros, tienen especies que viven como saprobias, mientras otras son parásitas, destruyendo la madera de los árboles sobre los que habitan.

 

Los géneros más representados son:

 

Myxomycota  (Se han determinado para Cuba unas 40 especies)

Arcyria Tricheales

Comatricha Stemonitales

Didymium Physarales

Physarum Physarales

Stemonites Stemonitales

Trichia Tricheales

 

Ascomycota

Cochliobolus (4) Dothideales

Hypomyces (7) Hypocreales

Hypoxylon (10) Xylariales

Microthelia (6) Dothideales

Xylaria (40) Xylariales

 

 

Basidiomycota

Agaricus (12) Agaricales

Coprinus (10) Agaricales

Corticium (10) Stereales

Ganoderma (10) Ganodermatales

Lentinus (15) Poriales

Marasmius (15) Agaricales

Phellinus (30) Hymenochaetales

Polyporus (10) Poriales

Trametes (13) Poriales

 

Hongos anamórficos (Hyphomycetes)

Chloridium (10)

Cladosporium (12)

Corynespora (17)

Gyrothrix (12)

Monodictys (10)

Periconia (13)

Sporidesmium s.l. (25)

Stachybotrys (15)

Zygosporium (6)

 

Las colecciones de estos hongos se encuentran in vivo e in vitro en  herbarios y ceparios de diferentes  instituciones  del  país, aunque mayoritariamente se localizan en el herbario y cepario  del IES (HACM), del Jardín Botánico Nacional (HAJB) y en el INIFAT.

 

El hábitat tiene las amenazas potenciales a las que están sujetas las plantas sobre las que viven. Sobre todo en áreas de vegetación natural es de temer una excesiva tala de bosques, la antropización, trabajos de mineria, turismo mal manejado, etc.

 

Se puede considerar que en general los saprobios en este hábitat están relativamente bien estudiados, aunque existe poco conocimiento sobre los que habitan plantas cultivadas de importancia económica, siendo prácticamente la única excepción la caña de azúcar (Saccharum officinarum) donde se reportó recientemente más de 100 especies sobre partes muertas de esta planta (López-Mesa et al., 1999). También hay grupos como: Oomycota, Coelomycetes y algunos grupos de Zygomycota, Basidiomycota y Ascomycota que necesitan un mayor estudio.

 

Hongos fitopatógenos.

Los hongos son los más importantes agentes causales de enfermedades en las plantas y tienen una gran repercusión para el hombre por las considerables pérdidas que ocasionan en los diferentes cultivos agrícolas. Una medida de esta aseveración es que más del 60 % de la literatura fitopatológica se refiere a enfermedades originadas por hongos (Hawksworth et al., 1995).

 

Los hongos pueden afectar todas las partes de las plantas causando muy diversos síntomas como pueden ser antracnosis, atizonamientos, gangrenas, hiperplasias, manchas foliares, marchitamientos y pudriciones, entre otras. Los mecanismos de transmisión son también muy variados y entre ellos se incluyen el aire, agua, suelo, semillas u otro material de propagación, restos de plantas, insectos, otros animales y el hombre.

 

En la actualidad se reconoce tres estrategias fundamentales para el control de las enfermedades de las plantas: fitosaneamiento, protección -fundamentalmente con el uso de fungicidas- y uso de variedades resistentes.

 

En Cuba, posiblemente unas de las primeras contribuciones al estudio de los hongos fitopatógenos y las afectaciones que producen son los trabajos de Balmaseda (1890, 1892) donde se mencionan  enfermedades de diferentes cultivos cubanos como el carbón del maíz, la antracnosis en los cítricos y la pudrición de la papa.

 

Años después con la fundación de la Estación Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas en 1904 se inicia una etapa caracterizada por el incremento sustancial de los trabajos vinculados con el desarrollo agrícola y la Fitopatología. En esta época sobresalen las contribuciones de micólogos mayormente norteamericanos como Horne (1905), Cook, (1906, 1939), Cook & Horne (1907), Bruner (1920, 1946), Faris (1928) y otros.

 

Después de la segunda mitad de este siglo, y fundamentalmente después de la década de los años 60, el número de instituciones e investigadores que abordaban aspectos relacionados con las enfermedades de las plantas de importancia económica aumentó considerablemente, lo cual trajo como resultado un lógico incremento de las publicaciones relacionadas con la temática. Entre los listados más significativos de hongos patógenos de plantas cubanas y de las enfermedades que originan se pueden mencionar los de Mitov (1969), Kreisel (1971), Fernández-Roseñada (1973), Seidel (1976), Arnold (1986a) y Urtiaga (1986). Se debe aclarar, que las colectas de Urtiaga se produjeron en la década de los 60 en la región oriental de Cuba, específicamente cerca de Media Luna, actual provincia de Granma. Estos materiales fueron enviados por el colector al antiguo International Mycological Institute del Reino Unido para su identificación y los resultados sirvieron posteriormente, en gran medida, para la publicación del catálogo de Fernández-Roseñada (1973). Posteriormente, Urtiaga (1986) en su Índice de enfermedades en plantas de Cuba y Venezuela publica esa información, con algunas modificaciones, junto a la de hongos fitopatógenos venezolanos.

 

No obstante y sin lugar a dudas, la Lista de Hongos Fitopatógenos de Cuba de Arnold (1986a) es la relación más completa que se ha publicado -hasta el presente- de los hongos fitopatógenos en nuestro país. Este catálogo esta basado en la recopilación de la información precedente y en los resultados de trabajo del autor. En él se reportan 817 especies agrupadas en 282 géneros, aunque de éstas, unas 160 especies son saprótrofas. También se debe considerar que este autor incorpora un cierto número de sinónimos porque conserva en su listado los nombres de los registros originales.

 

Existen otros trabajos importantes como el de Schmiedeknecht (1984) donde se ofrece un listado de 61 especies pertenecientes a 10 géneros de royas creciendo sobre 74  diferentes plantas hospederas de 26  familias de espermatofitas. Las especies de roya están representadas en 96 colecciones. El material  se  colectó durante la Expedición Alejandro de Humboldt entre 1967 y 1968.

 

Por su parte, Arnold (1989) reporta 120 especies de Cercospora sobre diferentes plantas superiores, este material está depositado en los Herbarios del  Jardín Botánico Nacional e INIFAT.

 

Paulech et al. (1992) sumarizan los resultados de la investigación de micromicetes fitopatógenos de la familia Erysiphaceae que aparecen en fitocenosis de Cuba e Isla de la Juventud. Este grupo de hongos fue detectado sobre 78 especies de plantas pertenecientes a 62 géneros y a 16 familias.

 

Aunque por la cantidad y dispersión de la información es muy difícil determinar con cierta exactitud el número de hongos fitopatógenos de Cuba, se puede considerar que es un grupo relativamente bien estudiado en el caso de plantas cultivadas o de interés forestal. No ocurriendo lo mismo con los patógenos de las plantas silvestres que están prácticamente sin investigar.

 

En la Tabla 16 se aprecian los principales hongos fitopatógenos que producen enfermedades en los cultivos agrícolas cubanos de mayor importancia y en la Tabla 17 se muestran los hongos que afectan las especies forestales (autóctonas o exóticas ) que se usan en Cuba.

 

Tabla 16. Principales patógenos de los cultivos agrícolas cubanos de mayor importancia (López Mesa, com. pers.)

 

CULTIVO AGRÍCOLA

ESPECIE PATOGÉNICA

ENFERMEDAD QUE PRODUCE

 

Caña de azúcar

Saccharum officinarum

Puccinia melanocephala Ustilago scitaminea

Bipolaris sacchari

Fusarium moniliforme

Roya

Carbón

Mancha de ojo

Pokkah boeng

Tabaco

Nicotiana tabacum

*Peronospora hyosciami

*Phytophthora nicotianae

Pythium spp

Rhizoctonia solani

Cercospora nicotianae

Moho azul

Pata prieta

Damping-off

Damping-off

Mancha foliar

Café

Coffea arabica

*Hemileia vastatrix

Colletotrichum gloeosporioides

Ceratocystis fimbriata

Rhizoctonia solani

Fusarium spp.

Roya

Antracnosis

Mal de machete

Marchitez

Pudrición de cuello y raíz

Cítricos

Citrus spp.

Glomerella cingulata

* Diaporthe citri

* Phyllosticta citricarpa

* Mycosphaerella citri

Elsinoe fawcetti

* Phytophthora spp

Antracnosis

Melanosis

Mancha negra

Mancha grasienta

Roña

Gomosis

Plátano

Musa spp.

*Mycosphaerella musicola

*Mycosphaerella fijiensis

Fusarium oxysporum

 f.  sp. cubense Colletotrichum musae

 

Sigatoka amarilla

Sigatoka negra

Mal de Panamá

 

Antracnosis

Papa

Solanum tuberosum

*Alternaria solani

*Phytophthora infestans

Rhizoctonia solani

Phoma exigua

Fusarium spp

Tizón temprano

Tizón tardío

Rizoctoniosis

Pudrición de tubérculos Pudrición de tubérculos

Arroz

Oryza sativa

* Bipolaris oryzae

Pyricularia oryzae

Sarocladium oryzae

Rhizoctonia sp

 

Pythium spp.

Mancha parda

Blast

Pudrición de la vaina

Pudrición de la vaina y posturas

Pudrición de raíz

Tomate

Lycopersicum esculentum

* Alternaria solani

Fusarium oxysporum

f  sp. licopersici

Phytophthora parasitica

Rhizoctonia solani

Pythium spp.

Fulvia fulva

Tizón temprano

Marchitez

 

Pudrición de frutos

Damping-off

Damping-off

Moho gris

Pimiento

Capsicum annuum

Phytophthora capsici

Cercospora capsici

Marchitez

Manchas de hojas y frutos

Ajo

Allium sativum

Cebolla

Allium cepa

* Alternaria porri

Fusarium oxysporum

f.  sp. cepae

Phoma terrestris

Alternariosis

Pudrición basal

 

Raíz rosada

Frijoles

Phaseolus spp.

Uromyces appendiculatus

Macrophomina phaseolina

Rhizoctonia solani

Sclerotium rolfsii

Fusarium solani

Roya

Tizón ceniciento

Pudrición de tallo y raíces

Tizón sureño

Pudrición de tallo y  raíces

Cacao

Theobroma cacao

*Phytophthora palmivora

*Lasiodiplodia theobromae

Corynespora sp.

Pudrición de la mazorca

Pudrición de la mazorca

Tizón de las posturas

Piña

Ananas comosus

Ceratocystis paradoxa

 

Pudrición

Zanahoria

Daucus sativa

* Alternaria dauci

Manchas foliares

 

 

*Hongos que  son controlados mediante la utilización de cantidades apreciables de fungicidas.

 

 

Tabla 17. Hongos patógenos detectados sobre especies forestales en Cuba.

 

NO.

ESPECIE MADERABLE

PATÓGENOS

PARTES QUE AFECTAN

1

Pinus caribaea Morelet (Pino macho)

Lecanosticta acicola

Lophodermium australe

Coleosporium sp.

Cronartium quercum

 

C. strobilinum

Ceratocystis sp.

C. ips

C. seticollis

C. moniliformis

C. brunneo-crinita

C. minima

Chaetomium globosum

Colletotrichum acutatum subsp. pinea

Fusarium solani

Fusarium sp.

Alternaria sp.

Penicillium sp.

Aspergillus niger

Rhizopus sp.

Curvularia sp.

Botryodiplodia theobromae

Pestalotia sp.

Armilllaria sp.

Trichoderma sp.

Follaje (viveros, plantaciones)

Follaje (plantaciones)

Troncos, ramas y acículas (viveros y plantaciones)

Frutos (plantaciones)

Tronco (plantaciones)

Tronco (plantaciones)

      “                “

       “                “

       “                “

       “                “

       “                “

Brotes (plantaciones)

 

Semillas, raíces (viveros)

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Semillas

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Follaje (viveros, plantación)

Raíz (plantación)

Semillas

2

Pinus tropicalis Mor. (Pino hembra)

Ceratocystis sp.

C. minima

Tronco (plantación)

 

 

Diplodia pinea

 

Botryodiplodia theobromae

Aspergillus ochraceus

A. niger

A. flavus

A. glaucus

Penicillium sp.

Rhizopus sp.

Memnoniella sp.

Fusarium solani

Fusarium sp.

Alternaria sp.

Trichoderma sp.

Acículas, renuevos terminales (plantaciones)

Semillas

 

 

 

 

 

 

 

Semillas, viveros (raíz)

 

Semillas

 

3

Pinus cubensis Griseb. (Pino de Mayarí)

Lecanosticta acicola (M. dearnessi)

Ceratocystis sp.

C. ips

C. brunneo-crinita

C. minima

Fusarium sp.

Fomes sp.

Diplodia pinea

Coleosporium sp.

Follaje (vivero, plantación)

 

Tronco (plantación)

 

 

 

Raíz (vivero)

Raíz (plantación)

Follaje (plantación)

Follaje (plantación)

4

Pinus maestrensis Bisse (Pino de la Sierra Maestra)

Lecanosticta acicola (M. dearnessi)

Ceratocystis sp.

C. ips

C. brunneo-crinita

Follaje (plantación)

 

Tronco (plantación)

Tronco, madera

5

Eucalyptus sp. (Eucalipto)

Cryphonectria cubensis

Fusarium sp.

Pestalotia sp.

Armillaria sp.

Rhizina sp.

Tronco (plantación)

Follaje (plantaciones)

Follaje (vivero, plantación)

Raíz (plantaciones)

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6

Hibiscus elatus Sw. (Majagua)

Hypocrea sp.

Pestalotia sp.

Poria sp,

Rosellinia sp.

Tronco (plantaciones)

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Raíz (plantaciones)

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7

Cedrela odorata L. (Cedro)

Phyllachora balansea

Fusarium sp.

Phomopsis sp.

Rosellinia sp.

Follaje

Raíz (viveros)

Follaje (viveros)

Raíz (plantaciones)

8

Casuarina equisetifolia Forst.

(Casuarina)

Botryodiplodia theobromae

Fusarium sp.

Tronco (plantaciones)

Raíz (viveros)

9

Swietenia mahagoni (L.) Jacq. (Caoba del país)

Fusarium sp.

Pestalotia sp.

Botryodiplodia theobromae

Raíz (viveros)

Follaje (viveros)

Tallos (viveros)

10

Caesalpinia violacea (Mill.) Standl. (Yarúa)

Fusarium sp.

Pestalotia sp.

 

Raíz (viveros)

Follaje (viveros)

11

Mastichodendron foetidissimum (Jacq.) Cronquist  (Jocuma)

Aspergillus sp.

Semillas

12

Guaiacum officinale L, (Guayacán)

Aspergillus flavus

Flores, frutos (plantaciones)

13

Samanea saman (Jacq.) Merr.

Fusarium sp.

Raíz (vivero)

14

Eugenia axillaris (Sw.) Willd. (Guairaje)

Inonotus sp.

Tronco (plantaciones)

15

Tabebuia angustata Britt. (Roble blanco, Roble yugo)

Fusarium sp.

Raíz (vivero)

16

Calophyllum antillanum Britt.(Ocuje)

Ceratocystis sp.

C. piceae

Stagonospora sp.

Pestalotia sp.

Phomopsis sp.

Tronco (plantaciones)

    “            “

Follaje

Follaje

Follaje

17

Khaya nyasica Stapf. (Caoba africana)

Tubercularia sp.

Phlyctaena sp.

Clamydomyces sp.

Cladosporium sp.

Pestalotia sp.

Bispora sp.

Beltrania sp.

Tronco (plantaciones)

 Follaje (plantaciones)

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18

Khaya ivorensis (Caoba africana)

Tubercularia sp.

Tronco (plantaciones)

   

19

Guazuma ulmifolia (Guásima)

Sclerotium sp.

Follaje, tronco, raíz (vivero)

20

Thrinax ekmaniana

Curvularia trifolii

Follaje (vivero)

21

Magnolia cubensis Urb. (Marañón de la Maestra)

Colletotrichum gloeosporioides

Follaje (vivero)

 

22

Acacia daemon Ekm. et Urb.(Acacia )

Penicillium sp.

Trichoderma sp.

Aspergillus sp.

A.. niger

Memnoniella sp.

Fusarium sp.

Monochaetia sp.

Curvularia sp.

Semillas

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23

Melaleuca leucadendron(Cayeput)

Armillaria sp.

Raíz (plantaciones)

24

Melia azederach (Paraíso)

Phellinus gillvus

Tronco (plantaciones)

25

Quercus cubana A. Rich.

Cronartium quercuum

C. strobilinum

Follaje

Follaje

26

Plumeria sp. (Lirio)

Puccinia sp.

Follaje (plantaciones)

27

Tamarindus indica L. (Tamarindo)

Colletotrichum sp.

Follaje (plantaciones)

28

Fraxinus cubensis Griseb. (Búfano)

Colletotrichum gloeosporioides

Follaje (plantaciones)

29

Tectona grandis L. (Teca)

Oedocephalum sp.

Polyporus sp.

Crucibulum sp.

Schizophyllum commune

Stereum sp.

Auricularia sp.

Tronco (plantaciones)

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30

Leucaena leucocephala

Botryodiplodia theobromae

Follaje (plantaciones)

31

Bursera simaruba (L.) Sargent. (Almácigo)

Schizophyllum commune

Tronco

32

Jambosa vulgaris DC (Pomarrosa)

Puccinia psidii

Colletotrichum sp.

Vuilleminia sp.

Follaje

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33

Acrosynanthus latifolius Standl. (Jaragua)

Exobasidium japonicum

Follaje

 

34

Carapa guianensis Aubl. (Najesí)

Phyllachora balansea

Follaje

35

Conocarpus erecta L. (Yana)

Sphaeropsis sp.

Volutella sp.

Follaje

Follaje

36

Clusia rosea Jacq. (Copey)

Rosellinia sp.

Corteza

 

 


SIMBIONTES

 

Líquenes

Los líquenes, organismos constituidos por dos entidades diferentes, un alga microscópica y un hongo, constituyen el 20 % de los hongos existentes. Son unos grandes desconocidos, incluso para muchos aficionados a la naturaleza, a pesar de encontrarse en casi todas las regiones del planeta y de crecer sobre infinidad de substratos. Tapizan las superficies de las rocas, la corteza de troncos y ramas, los claros del suelo, el vidrio, el cemento, las tejas, los monumentos, prácticamente cubren el 8 % de la superficie terrestre y se considera que en todo el mundo existen unas 20 000 especies.

 

Los líquenes como grupo ecológico están relativamente bien estudiados ya que están reportadas para Cuba 1244 especies sobre diferentes substratos.

 

Hongos micorrizógenos

Las micorrizas son una asociación simbionte o débilmente patogénica entre un hongo y la raíz de una planta. En las clasificaciones más actualizadas se reconocen  varios tipos de micorrizas, entre los que se encuentran las ectomicorrizas y las vesículo-arbuscular (MVA). Los hongos ectomicorrizógenos son representantes de los basidiomicetes que forman una envoltura de hifas alrededor de las raíces de los arboles, las cuales se extienden por el suelo y a la vez penetran  las células exteriores de la corteza de la raíz. Los hongos vesículo-arbusculares son zigomicetes del orden Glomales que originan un tipo de endoinfección donde las hifas de penetración producen arbúsculos, pelotones y vesículas.

 

La vasta experiencia acumulada por el Departamento de Biofertilizantes del Instituto de Ecología y Sistemática del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (IES-CITMA) en las investigaciones que involucran las micorrizas VA, le ha permitido dirigir un programa general para la introducción del uso de estos hongos en la agricultura cubana, en el cual colaboran actualmente 22 instituciones científicas y 90 investigadores de todo el país. Como parte de estos estudios, se conoce  hasta el momento la existencia de 48 especies de zigomicetes glomáceos correspondientes a 6 géneros (Anexo 4) y la presencia de alrededor de 60 especies aún no identificadas (dentro de las cuales se hallan varias especies  nuevas  para la ciencia), lo cual hace elevar hasta más de 100 el número de especies de estos hongos observadas en nuestro país.

 

Aunque los estudios sobre micorrizas se iniciaron en Cuba en la década de los años 70 con diversos trabajos de campo (Herrera, com. pers.), las publicaciones de los resultados tienen fechas más recientes.

 

En esta temática las contribuciones más importantes se relacionan con la influencia de las MVA sobre la sucesión en los bosques o en el crecimiento de cultivos de importancia económica (Ferrer & Herrera, 1985; Ferrer et al. 1985, 1986; Ruiz et al., 1990, 1994; Herrera et al., 1986, 1988; Orozco et al., 1986, 1996; Furrazola et al. 1993; Bouza et al., 1986) y la obtención del MicoFert®, un biofertilizante a partir de cepas seleccionadas de hongos micorrizógenos vesículo-arbusculares, que favorece el desarrollo vegetativo de las plantas y permite reducir los gastos por consumo de productos químicos que además son contaminantes del medio ambiente.

 

Esta línea de trabajo abarca investigaciones cuyos resultados se aplican directamente en diversas esferas de la economía del país y así un aporte significativo ha sido el estudio de los efectos de la micorrización en especies forestales (Ferrer et al. 1987, 1990, 1991). También la selección de cepas de micorrizas vesículo-arbusculares que mejor se asocian en el proceso de adaptación de vitroplantas destinadas a la conservación de Psidium salutare, endemismo en peligro de extinción (Páez et al., 1996). En relación con las micorrizas como controles biológicos se destacan, entre otros resultados, el decremento de Phytophthora parasitica en la rizosfera de plantas de tabaco y la disminución de plantas afectadas por ese patógeno mediante la utilización de las MVA (Hernández et al., 1996a) así como las experiencias en el control del patógeno Lecanosticta acicola en posturas de Psidium maestrensis (Ferrer et al., 1996).

 

A partir de la revisión de las bases se encontró que para nuestro país han sido reportadas alrededor de 40 especies de hongos que forman micorrizas ectótrofas con especies de los géneros Pinus, Quercus, Coccoloba, etc. La lista de especies de hongos formadores de micorriza ectótrofa se ofrece a continuación:

 

Amanita antillana

Amanita frostiana

Amanita gemmata

Amanita ingrata

Amanita rubescens

Amanita strobiliformis

Amanita veginata

Amanita verna

Boletellus ananas

Boletellus cubensis

Boletinus decipiens

Boletus coccineus

Cantharellus cinnabarinus

Cortinarius spp.

Chroogomphus jamaicensis

Chroogomphus rutilus

Gyrodon proximus

Hebeloma spp.

Inocybe spp.

Laccaria  proxima

Laccaria laccata

Lactarius neotropicus

Lactarius pergamenus

Lactarius semisanguifluus

Lactarius veracrucis

 

Leccinum chalybaeum

Lepiota purpurascens

Lepista subisabellina

Melanogaster spp.

Paxillus sp.

Phylloporus rhodoxanthus

Pisolithus arhizus

Rhizopogon spp.

Russula albonigra

Russula brevipes

Russula pectinata

Russula puellaris

Russula pusilla

Scleroderma stellatum

Scleroderma tenerum

Strobilomyces floccopus

Suillus brevipes

Suillus cothurnatus

Suillus granulatus

Tricholoma pachymeres

Tylopilus plumbeoviolaceus

Tylopilus venezuelae

Xerocomus hemixanthus

Xerocomus pruinatus

Xerocomus pseudoboletinus

 

 

El Instituto de Investigaciones Forestales realiza estudios de inoculación artificial de especies de Pinus con hongos ectomicorrrizógenos.

Como se aprecia el grupo no está uniformemente estudiado ya que las VA están relativamente bien investigadas en comparación con los hongos ectomicorrizógenos que están insuficientemente estudiados. Los endófitos no han sido estudiados en Cuba.

 


HONGOS HABITANDO SOBRE OTROS HONGOS (HONGOS MICÓFILOS)

 

Los  hongos establecen toda una serie de relaciones con otros hongos, entre ellas se encuentra aquella en la que un hongo absorbe nutrientes de otro. Para algunos, esto  parece ser un suplemento  incidental o una  forma de nutrición generalmente saprobiótica; en otros es un hábito usual pero no exclusivo, pero para otro grupo, tal micoparasitismo es obligatorio. Los hongos micófilos se  encuentran representados en todos los grupos sistemáticos fúngicos, pero es dificil estimar la cantidad que existe.

 

En Cuba se han reportado algunas especies de ascomicetes y hongos anamórficos que viven sobre las fructificaciones de diversos basidiomicetes. (Arnold, 1986a, 1986b, 1987a, 1987b; Castañeda-Ruíz, 1986; Castañeda-Ruíz & Kendrick, 1990 a, b; Castañeda-Ruíz et al., 1998). Estos hongos se relacionan a continuación:

 

Acremonium crotocinigenum (sobre basidiomicetes)

Apiocrea  chrysosperma  (sobre Suillus)

Blastotrichium puccinioides (sobre Lactarius)

Cladobotrym cubitense (sobre Agaricales)

Cladobotryum odorum (sobre Phellinus)

Cladobotryum penicillatum (sobre Laschia)

Cladobotryum varium (sobre Lentinus)

Cladobotryum virescens (sobre basidiomicetes)

Helmintophora uniseptata (sobre Stereum)

Hyalodendron oudemansiellicola (sobre Oudemansiella canarii)

Hypocrea fungicola (sobre basidiomicetes)

Hypomyces aurantius (sobre Lentinus)

Hypomyces ochraceus (sobre Lactarius)

Hypomyces rosellus (sobre Favolus, Hirneola y Lentinus)

Hypomyces trichothecoides (sobre basidiomicetes)

Lecosepium chlolorinum (sobre Strobilomyces floccopus)

Sarcaopodium macalpinaei (sobre basidiomicete)

Sepedonium ampullosporum (sobre Suillus)

Sepedonium chrysospermum (sobre basidiomicetes)

Sibirina nivea (sobre Phellinus)

Sporothrix phellini (sobre Phellinus)

Sympodiophora micophila (sobre Poriaceae)

Trichotecium sp. (sobre basidiomicete)

Verticillium agaricinum  (sobre Lactarius  y basidiomicete)

Verticillium antillanum (sobre basidiomicetes)

Verticillium anam. Hypomyces berkeleyanus (Auricularia polytricha)

 

Especial atención merece el trabajo de Sandoval-Ramírez & López-Mesa (1989), donde se reportan diferentes especies de hongos sobre soros de la roya de la caña de azúcar (Puccinia melanocephala), las cuales también se relacionan a continuación:

 

Acremonium fusioides

Acremonium strictum

Cladosporiella cercosporicola

Cladosporium cladosporiodes

Cladosporium spongiosum

Cladosporium uredinicola

Olpidium uredinis

Periconia atra

Ramichloridium sp.

Sphaerellopsis filum

Zygosporium gibbum

 

Sobre estructuras de hongos de otros grupos se han registrado especies como:

 

Ampullifera  foliicola asociados  a líquenes (Mercado-Sierra, 1981)

Atractilina parasitica sobre setas de hongo no identificado (Castañeda-Ruíz, 1985)

Calcarisporium arbuscula sobre Trichoderma sp. (Castañeda-Ruíz et al., 1996b)

Cladobotryum campanisporum sobre Xilariales (Arnold, 1987a)

Dactylaria fulva sobre conidióforos de Polyscytalum verrucosum (Castañeda-Ruíz & Kendrick., 1990b).

Fuscophialis brasiliensis sobre seta de Beltrania rhombica (Castañeda-Ruíz, 1985)

Fuscophialis cubensis sobre seta de Beltrania rhombica (Mercado-Sierra & Mena-Portales, 1992)

Hansfordiellopsis lichenicola asociados  a líquenes (Mercado-Sierra, 1980)

Idriella mycophila sobre conidióforos y conidios de Chalara sp. (Castañeda-Ruíz et al., 1997)

Microdochium palmicola sobre sinemas de Consetiella solida (Holubová-Jechová & Mercado-Sierra, 1982)

Paratrichoconis fusaroidea sobre esporoforos de mixomicete (Castañeda-Ruíz et al., 1997)

Refractohilum mycophilum sobre ascoma de Xilaria (Castañeda-Ruíz et al., 1998e)

Spiropes balladynae sobre hifas de Corynesporopsis quercicola (Holubová-Jechová & Mercado-Sierra, 1986)

Trichoconis antillana sobre seta de Beltrania rhombica (Castañeda-Ruíz et al., 1998f)

Trichoconis pedicephora sobre setas de un celomicete (Castañeda-Ruíz & Kendrick., 1991)

 

Mención aparte merecen las siguientes cinco especies del género de hongos conidiales Spiropes que se han hallado parasitando colonias de Meliolales sobre hojas de diferentes plantas: S. capensis, S. dorycarpus, S. echidnodis, S. effusus y S. melanoplaca (Ellis, 1971; Mercado-Sierra, 1981, 1982, 1984 ; Holubová-Jechová & Mercado-Sierra, 1986, Mena-Portales et al., en prensa). Los representantes de este género se encuentra frecuentemente como posibles parásitos sobre colonias de representantes de los Meliolales o extendiéndose también en ocasiones por todo el substrato.

Finalmente, debe mencionarse que especies de los géneros anamórficos Penicillium y Aspergillus se han encontrado parasitando los esporangióforos  de hongos zigomicetes, del orden  Mucorales, así como especies de Acremonium, Dactylaria, Endophragmiella y Sporidesmium s.l. pueden invadir las hifas, setas y estructuras de reproducción (conidióforos robustos, sinemas y conidios) de otros géneros anamórficos como Corynespora, Exosporium, Helminthosporium, Melanographium, Phaeoisaria y Podosporium, entre otros.

 

Aunque en los últimos años cada vez con más frecuencia se reportan en la literatura especies que se desarrollan sobre estructuras de otros hongos, este grupo ecológico, en general, aún está insuficientemente estudiado en nuestro país. Las colecciones existentes se encuentran  principalmente  in  vivo  e  in  vitro  en  el  INIFAT (MINAGRI) e in vivo en el herbario (HACM) del Instituto de Ecología y Sistemática (CITMA). Las amenazas de este hábitat están en dependencia de las que potencialmente existen sobre los hospederos.

 


CONCLUSIONES

  1. En general se puede considerar que los estudios de hongos sobre invertebrados son insuficientes, aunque los hongos sobre insectos están relativamente mejor investigados.

  2. Los hongos de importancia clínica están relativamente bien investigados, pero aún se pueden profundizar y extender los estudios acerca de las micosis asociadas a las condiciones laborales o ambientales y de las micotoxicosis, así como intensificar las investigaciones vinculadas a la detección y rápido control de las micosis oportunistas.

  3. El conocimiento sobre hongos que se desarrollan sobre otros vertebrados es insuficiente y están dirigidos fundamentalmente a los hongos que producen patologías en animales domesticados y en cautiverio, siendo prácticamente nulo sobre aquellos que tienen vida libre.

  4. Los hongos que deterioran materiales producidos por el hombre están insuficientemente estudiados.

  5. Sobre los hongos del aire se posee cierta  información, fundamentalmente sobre aquellos que  pueden  afectar al hombre o a los animales, como son  los  hongos alergénicos. No obstante, este  grupo  ecológico necesita  ser estudiado mas ampliamente, sobre todo en  zonas del interior del país.

  6. Los hongos acuáticos y marinos están prácticamente sin estudiar.

  7. Aunque existe cierta información sobre los hongos del suelo, este grupo está insuficientemente estudiado en Cuba.

  8. Los líquenes que habitan las rocas puede considerarse un grupo insuficientemente investigado y debe ser más ampliamente colectado y estudiado a través de diferentes localidades en todo el país.

  9. Los hongos coprófilos al igual que los hongos de cuevas están prácticamente sin estudiar.

  10. A pesar de que el substrato mejor estudiado para el caso de los hongos son las plantas, el conocimiento que existe de la micobiota cubana sobre plantas superiores es relativamente pobre. Estos bajos porcentajes se deben a que las colectas del material fúngico no siempre están acompañadas de una identificación de las plantas hospederas.

  11. El conocimiento más completo de la diversidad fúngica sobre organismos vegetales es acerca de plantas que no son endémicas y que no poseen ningún tipo de categoría de amenaza.

  12. Las especies más frecuentes sobre plantas están agrupadas en los hongos anamórficos, especificamente en la clase Hyphomycetes y en las familias Coriolaceae, Meliolaceae, Hymenochaetaceae y Lentinaceae.

  13. Los hongos en plantas endémicas y amenazadas están prácticamente sin estudiar.

  14. Los hongos anamórficos de la clase Hyphomycetes y la familia de basidiomicetes Coriolaceae constituyen los mejor estudiados en plantas endémicas y amenazadas.

  15. En general, los hongos saprobios sobre plantas están relativamente bien investigados, aunque existen grupos como los Oomycota, algunos grupos de Zygomycota, Ascomycota, Basidiomycota y dentro de los hongos anamórficos los Coelomycetes, que necesitan un mayor estudio.

  16. La micobiota saprobia de plantas cultivadas está prácticamente sin estudiar.

  17. Los hongos fitopatógenos se pueden considerar un grupo relativamente bien estudiado en el caso de plantas cultivadas o de interés forestal. No ocurriendo lo mismo con los patógenos de las plantas silvestres que están prácticamente sin investigar.

  18. Con relación a los simbiontes, están relativamente bien estudiados los líquenes y las micorrizas VA, mientras los hongos ectomicorrizógenos están insuficientemente investigados y los endófitos no se conocen. 

  19. Los hongos micófilos están insuficientemente estudiados, aunque existe mayor información sobre aquellos que colonizan diversas estructuras de basidiomicetes.

 
 
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